María Paz Mora, tu psicóloga en Pamplona

Hacia el final de mi licenciatura en Arquitectura sentí la necesidad de ayudar mediante un contacto más directo con las personas. ¿Ayudarles cómo? En lo que consideraba más importante: el sufrimiento psicológico o moral. Pensé en esas personas que aparentemente lo tienen todo, pero no son capaces de disfrutarlo, y en aquellas que, por el contrario, en medio de unas circunstancias increíblemente adversas son capaces de mantener la paz y mirar al futuro con una sonrisa. También pensé en la gente que busca orientación, consejo, en aquellos que no son capaces de superar su inseguridad o en aquellos que no saben expresarse sino a gritos, en todos los que por una u otra razón sienten que van por la vida arrastrando una gran piedra.

Así que, en cuanto terminé la carrera de Arquitectura, decidí embarcarme en la gran aventura de la psicología, con toda mi ilusión y mis capacidades. Me gradué como psicóloga en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). En mis Trabajos Fin de Grado y Fin de Máster (ambos calificados con matrícula de honor) persistí en mis motivaciones más profundas: qué es lo que hace que una vida resulte satisfactoria, qué hace que la gente se sienta en el fondo de su alma feliz, y qué consecuencias tiene ello. De este modo, en mi primer trabajo, dentro de la Psicología Positiva, investigué la resiliencia y la esperanza, sobre todo sus efectos en el campo de la salud física, y, durante el máster, me centré justo en lo contrario, en aquellos que deciden que no merece la pena vivir: realicé una revisión bibliográfica sobre la prevención del suicidio en adolescentes.